Deuda injusta
Artículo muy interesante Juan José Millás, el pasado viernes día 12, en El País. Enlace directo pinchando aquí.
Algunos extractos:
- En las dictaduras militares te callan la boca y te aplican la picana. En las económicas te dejan hablar, pero te despluman como nos están desplumando a usted y a mí.
- Ahora mismo nos hacen los presupuestos en Alemania y la ropa en China. La ropa nos cae bien, pero los presupuestos nos sientan como un tiro porque están pensados para el bienestar de los alemanes, no para el nuestro ... Nos daría igual que los presupuestos nos los hiciera Merkel si ella pusiera también la pasta. Pero la pasta la ponemos nosotros, que estamos hasta aquí de impuestos directos e indirectos.
- Es como si el vecino nos dijera en qué debemos gastar o en qué no debemos gastar. Y no nos vengan con el rollo de que el vecino ordena nuestras vidas porque se le debe un dinero. Sabía cuando lo prestó, a quien se lo prestara, que no se le podría devolver. Eso, en Derecho, recibe el nombre de deuda injusta; lejos de saldarla, debe llevar al acreedor a la cárcel.
Carpe diem, Kristian.
Algunos extractos:
- En las dictaduras militares te callan la boca y te aplican la picana. En las económicas te dejan hablar, pero te despluman como nos están desplumando a usted y a mí.
- Ahora mismo nos hacen los presupuestos en Alemania y la ropa en China. La ropa nos cae bien, pero los presupuestos nos sientan como un tiro porque están pensados para el bienestar de los alemanes, no para el nuestro ... Nos daría igual que los presupuestos nos los hiciera Merkel si ella pusiera también la pasta. Pero la pasta la ponemos nosotros, que estamos hasta aquí de impuestos directos e indirectos.
- Es como si el vecino nos dijera en qué debemos gastar o en qué no debemos gastar. Y no nos vengan con el rollo de que el vecino ordena nuestras vidas porque se le debe un dinero. Sabía cuando lo prestó, a quien se lo prestara, que no se le podría devolver. Eso, en Derecho, recibe el nombre de deuda injusta; lejos de saldarla, debe llevar al acreedor a la cárcel.
Carpe diem, Kristian.
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