Formas y formación

LA TRONERA
Antonio Gala
Formas y formación

UN INSTITUTO de Formación Profesional que llevaba mi nombre se transformó, por la escasa demanda, en Instituto de Segunda Enseñanza. Contra lo que opinaban los transformadores, no me hizo gracia ninguna. Lo he repetido demasiado quizá. Aprender para promocionarse socialmente -lo que desean los padres- es un error: se aprende para realizarse, en el campo que a cada cual le agrade. La multiplicación estúpida de universidades inservibles y la disminuición de la Formación Profesional (porque no viste) es otro error mayúsculo difícilmente corregible. Aunque ahora un movimiento, que reconoce el fallo, ilusiona a Trabajo, Educación, empresarios y sindicatos, quienes debieron oponerse a los planchazos anteriores. Que se modernice la enseñanza profesional y se regule la formación ocupacional; que se imbriquen y se complementen; que la acreditación influya en los salarios; que se abra un camino para que los dos sistemas -estudios y aprendizaje- tengan un tronco común y pueda saltarse de una a otra rama. ¿Es indigno no ser universitario? No, pero si un parado gillipollas. Que los padres lo piensen.

La semana pasada, en El Mundo.

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Carpe diem,

Kristian.